“ … si prestan atención les voy a narra una pequeña historia:
En un valle un pollito jugaba alegremente, disfrutando de un hermoso día de sol. Un águila en lo alto del cielo lo ve e inmediatamente comienza un rápido descenso hacia su almuerzo. Una vaca ve al águila en vuelo en picada y al pobre pollito que continuaba jugando alegremente ignorando el inminente peligro. La vaca sin pensarlo dos veces pasa por encima del pollito y lo caga puaggg suelta su carga. El águila viendo la cochinada que era ahora el pollito se aleja rápidamente. El pollito lleno de mierda comienza a requintar acaloradamente, escuchándose en el valle otra cosa que no sea ¡PIO! ¡PIO! ¡PIO! del embarrado y enojado pollito. Rápidamente acude en su ayuda un zorro conmovido por el incesante ¡PIO! ¡PIO! ¡PIO! y lo limpia. El pollito viéndose otra vez limpio y sano se llena de emoción por la bondad del zorro y busca las mejores palabras para agradecerle. El zorro viendo limpio al pollito se lo come.
Ahora como toda historia, aquí tres moralejas:
Primera: No siempre el que te caga es tu peor enemigo.
Segunda: No siempre el que te ayuda es tu mejor amigo.
Tercera: Cuando estés “cagao” es mejor no decir ni pio.”
(Me la contaron en el curso de Psicología Deportiva. 1990. UNMSM. Escuela de Educación Física.)
sábado, 11 de febrero de 2012
Las tres moralejas
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Excelente anecdota, siempre muy aplicable. A mi tambien me la contaron por ahi de finales de los 80's y medio me acordaba de ella pero gracias por pubicarla.
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